A partir de este momento vemos una pelea entre dos mujeres en la calle, documentada por otra mujer en su celular, el robo de una casa por parte de tres jóvenes, seguido del arresto de los mismos por parte de la policía, y un intercambio entre un hombre en un carro y una mujer quien se acerca a su ventana. Todo esto lo vemos desde la mirada de un observador, casi un intruso, con el cual los personajes interactúan en ocasiones, pero cuya presencia rechazan. Este rechazo es una crítica a todos nosotros, quienes vemos la realidad de raperos como Vince Staples, desde la comodidad de nuestros computadores y dispositivos móviles. Los espectadores y admiradores quienes desde sus realidades se apropian de la narrativa de estos artistas, sin realmente mezclarse con su problemática.
Vince Staples nos dice en el coro “we just wanna have fun”, y aunque parece estar hablando de él mismo, y quienes lo rodean, en realidad es el espectador quien solo quiere divertirse. Consmiendo y entreteniéndose a costa de la situación vivida por los artistas, en este caso los de la comunidad negra, sin la necesidad de comprometerse con ella. Tal y como lo hace el joven blanco a quien vemos al final del video, y quien nos representa como espectadores. Desde la seguridad de su habitación, recorre las calles en las que creció el rapero, y con estas, las historias contenidas en sus acciones, cerrando sus ojos a esta realidad en el momento en que se ve señalado directamente por el artista. Tiene incluso un afiche en su cuarto que dice “Free Kodak”, haciendo alusión a la encarcelación del rapero Kodak Black, y mostrando como para el publico blanco, la cultura y problematica negra es solo eso. Una entretención mas en su día a día, un elemento decorativo colgado en sus paredes, una canción mas para el disfrute de sus oídos, y el olvido del mañana.